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Crece la demanda de embutidos y frescos frente a jamones y paletas

El secreto, la pluma y la presa suben entre un 33 y un 38% en la Lonja y se pagan incluso a más debido al crecimiento de la demanda de la hostelería.

La industria cárnica de la provincia sufre los efectos del encarecimiento del pienso y otras materias primas en un momento en el que la venta de jamones y paletas está más estancada frente a la demanda de lomo, embutidos y carnes frescas, que se mueve más.

Lo confirma Javier Benito, presidente de la Asociación de Industrias de la Carne de Guijuelo al explica que, pese a que la venta de jamón se ha animado ligeramente, destaca sobre todo el tema del fresco, lomo y embutidos. En el caso de las carnes frescas, añade, “se está pagando mucho más alto que al precio de la lonja” y eso que ya estaba mucho más caro que el año pasado. Así, en precios de lonja, productos como la presa, el secreto o la pluma han subido entre un 33 y un 38% más respecto al año pasado. Con la subida de 10 céntimos de la última lonja celebrada, la presa tiene ahora como precio más bajo los 15,27 euros/kilo; el secreto, los 12,98 y la pluma, 14,37. A primeros de mayo de 2021, sólo la presa superaba los 10 euros.

El consumo de jamón en grandes superficies está estancado y hay esperanza en que la hostelería pueda marchar mejor este verano. Por el contrario, el precio de los cerdos sigue alto. Así lo señala Fernando Santos y lo corrobora Benito al indicar que “un cerdo de cebo está la arroba a 28 euros, es muy caro”. Los costes de criar un cerdo se han incrementado “y no es igual pagar el pienso a 40 pesetas como antes que a 70 pesetas o más”. Además, también en este caso la invasión de Ucrania afecta directamente al sector: “Ucrania es una despensa de cereales y, como está todo cerrado allí, también nos afecta”.

Los ganaderos quitan tostones por el incremento de los costes para cebarlos

“Los lechones no valen casi nada porque nadie quiere ponerse a cebar. Un kilo de pienso está costando 70 pesetas y es una barbaridad. Cebar es una locura aunque los cochinos tienen buen precio”, señalan desde la industria de Guijuelo, donde añaden que hay ganaderos que están quitando mucho ganado. Y es que los precios del pienso, sumado al de combustibles, luz y demás obliga a los productores a tomar decisiones.

Los cerdos tienen un precio “carísimo”, señalan, porque cuesta más cebarlos. Hay poca matanza, ligeramente inferior a la de años anteriores porque hay pocos cochinos gordos y los que hay son caros. Así lo constatan los datos de los mataderos, donde se detalla que en el paso de abril a mayo de 2022 se han sacrificado 66.732 animales, cebo en su gran mayoría, mientras que un año atrás se alcanzaron los 70.350 sacrificios y en 2020, en plena pandemia, se registraron 70.967 cerdos ibéricos sacrificados en la paso de abril a mayo.

Cuesta cebar y se nota también en el peso de las canales porque, al contrario que en la montanera de encina, donde los marranos llegaron más gordos, ahora entran con menos peso. El cebo de campo sale con 134,7 kilos de canal de media y el cebo a 130,7. El año pasado pesaban más: cebo de campo 136,4 y el cebo, 131,7 kilos.