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Más líderes en el sector del vacuno de carne en España

Los ganaderos piden soluciones científicas como una vacuna y pruebas de ‘sangrado’ más fiables para erradicar la tuberculosis bovina, principal problema en las explotaciones.

La provincia de Salamanca se afianza como líder del sector del vacuno de carne en España. Según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a 1 de enero del año pasado estaban registradas 6.038 explotaciones de vacuno en la provincia, lo que supone el 36% del conjunto de Castilla y León con 16.625 explotaciones.

En las explotaciones salmantinas se contabilizaron 594.000 cabezas de vacuno de las que 288.000 correspondían a vacas nodrizas de vacuno de carne, dato este superado únicamente por Cáceres, donde estaban registradas 297.725 vacas nodrizas, seguidas ambas de Badajoz con 179.000 hembras. Sin embargo, aunque Salamanca presenta un menor número de vacas nodrizas que Cáceres, el esfuerzo realizado en genética y otros factores que contribuyen a una mayor rentabilidad de las explotaciones, hacen que el número de animales de vacuno de carne censados a 1 de enero de 2021 sea superior al de la provincia extremeña, donde se contabilizaron 561.800 cabezas, 33.000 animales menos que en la provincia charra a pesar de contar con 20.000 nodrizas menos. En Castilla y León, por debajo de Salamanca se sitúan Ávila con 242.000 cabezas y León con 151.000 reses.

A 1 de abril de 2022, la provincia salmantina contaba con 620.983 animales de vacuno censados, 1.501.684 en el conjunto de Castilla y León. En la comunidad, a Salamanca le sigue Ávila con 244.714 animales, reposición., vacas nodizas y sacrificio, sin que se incluya el autoconsumo.

Hay que señalar que un año antes, a la misma fecha, Salamanca contaba con 629.082 reses de vacuno, 9.000 más que en 2022, lo que se estima unas 5.000 nodrizas menos. En cualquier, a 1 de abril de 2022 el número de vacas dedicadas a la producción rozaría las 300.000 madres.

En 2020Castilla y león tenía censadas hace un año 1.448.294 cabezas de vacuno, el 21% del conjunto de España. Por debajo se situaban Galicia con 942.000 animales (14%) y Extremadura con 924.000 cabezas (14%).

El gran reto

Pero a pesar de que los números hablan muy bien de la eficacia de las explotaciones salmantinas, no es oro todo lo que reluce en un sector que ha colocado a la provincia de Salamanca como líder del vacuno de carne en España. Desde hace dos años la tuberculosis bovina es su principal amenaza, un problema que afecta al ganado vivo y que la Administración trata de frenar con la restricción de movimientos y un mayor control de la enfermedad mediante programas de saneamiento, con resultados puestos en duda por los ganaderos y cuyos positivos tienen como desenlace el sacrificio de animales.

Hace unas semanas saltaban nuevas críticas contra las medidas puestas en marcha por la Junta de Castilla y León para erradicar la enfermedad en provincias positivas, siendo Salamanca la que mayor tasa de prevalencia presenta con un 2,53%, un dato en que el cobra especial importancia los resultados obtenidos en la zona de Vitigudino y adyacentes como La Fuente de San Esteban y Ledesma, donde se duplica el grado de prevalencia de la enfermedad, no en vano estas zonas son las que mayor número de cabezas de vacuno presentan en el conjunto de Castilla y León.

A partir del 1 de enero el control de los movimientos del ganado será más estricto, pues se pondrá fin a la venta de terneros para cebo en el momento que tocaba saneamiento. A partir de esa fecha, aunque el movimiento sea a cebadero los animales deberán estar saneados en los seis meses anteriores. Y aunque la entrada en vigor de la norma tardará unos meses en su aplicación generalizada, ahora mismo ya está afectando al mercado de ganado de Salamanca porque Extremadura se han anticipado a la norma, comunidad también muy afectada por la tuberculosis bovina, y conviene señalar que el mercado de ganado de Salamanca tiene en Extremadura una gran parte del negocio. Pero a pesar del interés mediático que está rodeando a este problema, “el consumidor tiene que saber que el producto que se comercializa es completamente seguro y que pasa por el proceso de la cadena alimentaria con todo el rigor. Hay que dejar claro que la tuberculosis bovina es un problema sanitario del ganado vivo, nada más, un virus que afecta al ganado en el campo, y que en la comercialización de la carne no afecta en nada”, asegura Octavio Gonzalo, presidente del sector de vacuno de carne de cooperativas de España.

Soluciones científicas

Sin embargo, lo que preocupa al sector es que desde la Administración se esté continuamente relacionando el nombre de Vitigudino con el tema de la tuberculosis, como si fuese culpa de los ganaderos cuando se ha demostrado que la propagación de esta enfermedad es un cúmulo de factores como el alto índice de carga ganadera de la zona, la fauna salvaje y la proximidad entre explotaciones.

Independientemente de que se tengan que aplicar medidas de control y restricciones en los movimientos, los ganaderos exigen otra serie de medidas que desde la Administración se han obviado a pesar de estar demostrado que la prueba del ‘sangrado’ de los animales no es infalible, pues se han detectado muchos falsos positivos con los que los ganaderos han tenido que ‘apechugar’ sin que haya más responsabilidades. Para los ganaderos, la solución al problema de la tuberculosis pasa por mejorar técnicamente en la detección de la enfermedad e intentar resolverlo a nivel científico con una vacuna, algo esto último en lo que desde hace tiempo trabajan en Reino Unido.